El panel de 41 científicos, entre los que se halla el mexicano Jaime Urrutia Fucugauchi, del Instituto de Geofísica de la UNAM, revisó 20 años de investigación para confirmar la causa de la llamada extinción del cretáceo terciario (KT), que creó un “medio ambiente infernal” e hizo desaparecer a más de la mitad de las especies del planeta.
El nuevo estudio, publicado en la revista Science, encontró que un asteroide de 10 kilómetros de ancho que golpeó la Tierra en Chicxulub, donde se encuentra actualmente la península de Yucatán, hace 65 millones de años. “Ahora tenemos una gran confianza en que un asteroide fue la causa de la extinción de KT. Esto desató incendios de gran escala, terremotos de más de 10 grados en la escala Richter, derrumbes de tierra a nivel continental que crearon tsunamis”, dijo Joanna Morgan del Imperial College de Londres, una co-autora de la revisión científica.
Morgan dijo que el “martillazo final del ataúd de los dinosaurios” se produjo cuando el material que estalló con la explosión voló a la atmósfera, rodeando el planeta y dejándolo en la oscuridad, lo que causó un invierno global y “mató a muchas especies que no se pudieron adaptar a este medio ambiente infernal”.
Examinan evidencias
Los científicos que trabajaron en el estudio analizaron el trabajo de paleontólogos, geoquímicos, modeladores climáticos, geofísicos y sedimentólogos que recolectaron evidencia sobre la extinción del KT durante los últimos 20 años. Urrutia, galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2009, explicó que el artículo de Science aborda tres temas relacionados con el cráter.
En el primero de ellos, de acuerdo con los datos y observaciones acumuladas sobre el impacto, hay evidencia sólida para concluir que Chicxulub es un cráter de 200 kilómetros de diámetro originado por el impacto de un asteroide de 10 kilómetros de diámetro que cayó en la Tierra a una velocidad de entre 20 y 25 kilómetros por segundo, dijo el científico mexicano.
El segundo tema, agregó, es un análisis de las secciones donde está una capa de arcilla e iridio que marca el límite del cretácico-paleógeno, sobre la cual existía controversia científica sobre si correspondía al impacto o no.
En cuanto a la correlación entre el impacto del meteorito y las extinciones, sostuvo que el evento está asociado en 75% a la desaparición de las especies, incluidas “especies marinas y terrestres, todos los dinosaurios, los reptiles marinos y los reptiles voladores”. Además, “gran cantidad de especies marinas, desde microorganismos hasta organismos emblemáticos como las amonitas, que son como los nautilus característicos del mesozoico”, señaló Urrutia.
El investigador mexicano anunció que un grupo internacional de científicos iniciará una nueva exploración en el cráter Chicxulub, que ha sido estudiado desde hace varios años.
Pero esta vez los científicos realizarán perforaciones en la parte central y marina del gigantesco boquete, informó la UNAM en un comunicado.
“El cráter Chicxulub está una parte en tierra y otra en mar. De la parte terrestre tenemos más 5 mil muestras, pero ahora queremos explorar la parte marina, que es mucho más profunda”, explicó Urrutia.
En los últimos años hubo teorías que señalaban que la desaparición del los dinosaurios se debió a la erupción de volcanes, conocidas como las Trampas de Deccan, en India, o al impacto de varios asteroides. (Con información de agencias)
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